Las instituciones educativas en
Venezuela están iniciando el proceso de creación y puesta en marcha de la UV,
estos esfuerzos vienen realizándolos en forma aislada.
En general, todas las instituciones apuntan hacia la misma dirección en lo concerniente a la conceptualización de la UV: Educación a la medida, flexibilidad en los horarios y rompimiento de las barreras espacio-temporales.
Las instituciones utilizan el
home page (servidor de páginas web) para informar sobre los programas
presenciales y semi presenciales que ofrecen, más no como recurso para
desarrollar educación virtual. Prueba de ello es que ninguna institución
permite matricularse por Internet (remotamente) y los contenidos temáticos que
se encuentran son mínimos.
El ofrecimiento de educación
virtual, por parte de algunas instituciones se traduce en anunciar cursos,
diplomados y maestrías, bajo la modalidad semi-presencial y presencial, lo cual
nos lleva a decir, que existe cierto afán por figurar como instituciones
líderes en la educación virtual, pero que en realidad no tienen programas
diseñados, desarrollados e implementados para esta modalidad.
No existen diferencias significativas
entre las instituciones que ofrecen educación virtual a nivel tecnológico,
humano y de materiales multimediales digitalizados que den soporte a los cursos
y/o programas que ofrecen.
Por otra parte, el gobierno
Venezolano no ha adelantado acciones concretas que permitan un acercamiento
REAL a la educación virtual.
Existen convenios de
universidades nacionales con universidades extranjeras, específicamente con el
Instituto Tecnológico de Monterrey. Estas universidades conforman la Red Mutis.
Con respecto a la investigación adelantada en el marco de la educación virtual, son muy pocas las experiencias (casi nulas) que se tienen al respecto. Sólo para citar un aspecto relevante, ninguna institución habla del número más adecuado de estudiantes que debe tener un curso en condiciones ideales. Resultado que desde luego debe surgir de una investigación generada a partir de casos concretos.
Sólo en una institución, para
ingresar a los cursos virtuales se exige login. Las demás instituciones ofrecen
sus programas pero no los desarrollan a través de internet. La modalidad que más se ofrece es la de diplomados (119). Una sola institución
ofrece más de 30.
Los materiales educativos que
soportan el desarrollo de los cursos son escasos. No se utilizan módulos educativos
en CD ROM como material de soporte y el texto escrito tampoco es tenido en
cuenta. Más escasos aún son los laboratorios virtuales.
Por último, podemos concluir
diciendo que las universidades Venezolanas están iniciando el camino de la
educación virtual en la dirección adecuada, sin embargo los pasos son muy
cortos y demasiado lentos. Se debe aunar esfuerzos para que el logro de la
universidad virtual en Venezuela se consiga en un tiempo mucho más corto y
redunde en beneficios para la mayoría de la población.
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